Alquimia La escalera de los Sabios II - Escuela Andalusí
 

Alquimia La escalera de los Sabios II

Alquimia La escalera de los Sabios II

LA ALQUIMIA HACE FÍSICO, TANGIBLE, LO METAFÍSICO

Y así es como la Alquimia hace Físico lo Metafísico. El alquimista funde Física y Metafísica. Los principios de la Filosofía Natural son su Biblia, gracias a su fe en ellos consigue manifestarlos visiblemente en su matraz o vaso herméticamente cerrado. Es más, el alquimista va más lejos, afirma ver en el interior de su vasija ovalada un símil de cómo el Creador creó el mundo.

“Vosotros, hijos del divino Hermes, imitadores de la Naturaleza, a quienes la Ciencia os ha mostrado la Naturaleza al descubierto, sólo vosotros sabéis de qué modo esa mano inmortal formó la Tierra y los Cielos a partir de la Masa informe del Caos, pues vuestra Gran Obra muestra claramente que, de la misma manera que se hace vuestro Elixir filosófico, ha hecho Dios todas las cosas’8.

El alquimista, con ayuda de lo que llaman Espíritu Universal o Alma del Mundo -su gran secreto-, retrograda la materia hasta sus primeros principios, sus raíces u origen, después, los limpia de las heterogeneidades o impurezas que aquella adquirió durante su larga evolución. Retiradas estas imperfecciones y con nueva ayuda de esa energía cósmica, creará un cuerpo nuevo mucho más glorioso, inexistente en la Naturaleza, la piedra filosofal. Por eso le dice la Naturaleza al alquimista en un diálogo ficticio, “ayúdame y yo te ayudaré”. La Naturaleza no puede por sí misma elaborar la piedra filosofal, necesita de las manos del artista alquimista para mejorarse, a cambio, la Naturaleza le ofrece las tres virtudes que encierra la lapis philosophorum9, riqueza, salud y sabiduría.

ALQUIMISTAS ENVIDIOSOS, ALQUIMISTAS CODICIOSOS

Siempre han existido alquimistas. Hoy, la mayoría permanecen ocultos en el interior de sus laboratorios10. Tradicionalmente se han mostrado dos tipos diferentes, los llamados caritativos, que han ofrecido algunas explicaciones ciertas de las operaciones alquímicas, ayudando con ello tanto a los neófitos como a los más avezados amantes de la alquimia11 y los envidiosos o codiciosos, entre estos están los que se esconden y trabajan anónimamente sin ofrecer pistas de sus descubrimientos, y otros que más abiertos, ofrecen afirmaciones, que aún siendo ciertas, no hacen más que despistar.                                                      

ALQUIMIA. ESPLENDOR Y DECADENCIA                                                         

La Alquimia siempre tuvo altos y bajos, etapas de esplendor y decadencia. De esplendor, como en el Renacimiento, donde se practicaba entre la Realeza, la Nobleza, en el interior de los monasterios y entre químicos, médicos y farmacéuticos, hasta que los descubrimientos de Lavoisier iniciaron un período decadente. Pero la Alquimia nunca muere, siempre resurge de sus cenizas como el ave Fénix y escoge a los suyos, tal es su máxima constante. Aún así, la Alquimia no es proselitista, no busca a cualquier seguidor, es más, los suele rechazar mediante la oscuridad de su método. A la Alquimia se llega sólo mediante el profundo estudio y el amor a la Naturaleza, es así como nos escoge.

8 Extracto de la luz surgiendo por sí mismo de las tinieblas. Marco Antonio Crasellame. 1.687.

9 Piedra filosofal.

10 Laboratorio. Término compuesto por las palabras latinas ‘labora’ trabaja y ‘oratorio’.

11 Llamados tradicionalmente hijos o niños de la ciencia hermética.

Artículo realizado por Vasilius



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