PRIMER TRABAJO DE HÉRCULES: LA CAPTURA DE LAS YEGUAS DEVORADORAS DE HOMBRES. IMPATIENS. (Aries 21 Marzo- 20 Abril) - Escuela Andalusí
 

PRIMER TRABAJO DE HÉRCULES: LA CAPTURA DE LAS YEGUAS DEVORADORAS DE HOMBRES. IMPATIENS. (Aries 21 Marzo- 20 Abril)

PRIMER TRABAJO DE HÉRCULES: LA CAPTURA DE LAS YEGUAS DEVORADORAS DE HOMBRES. IMPATIENS. (Aries 21 Marzo- 20 Abril)

El Primer gran Portal estaba abierto de par en par, las energías del Universo favorecían el trabajo que Hércules debía realizar, como acto de servicio. Este todavía inmerso en su ignorancia, ya que es un aspirante, cruza el portal, arrogante, seguro de si mismo y confiado.

Él debía dirigirse a las tierras gobernadas por Diómedes, hijo del Dios de la guerra, allí criaba el monarca las yeguas de la guerra, en los pantanos de sus tierras, estas estaban engendrado caballos salvajes y feroces, que tenían atemorizada a la comarca, devorando a los hombres.

Abderis amigo inseparable de Hércules, a quien amaba profundamente y quien seguía siempre sus pasos mientras iba de un lugar a otro, se adelantó tomando su lugar y junto a él, enfrentó la tarea. Persiguieron las yeguas por las llanuras, prados y pantanos, trazando un plan para poder arrinconarlas y darles captura. Al fin Hércules consigue capturarlas y maniatarlas. La primera parte del trabajo había sido realizada.

Sin tener en cuenta el miedo y la debilidad de Abderis, Hércules lo llama y  diciéndole  “guíalas a través del portal” se da Hércules la vuelta, orgulloso y triunfante.

Era tanta la fuerza y el poder de las yeguas y caballos, que la debilidad y el miedo que mostraba Abderis no pudo contenerlas, volviéndose hacia él, las yeguas le dieron caza, y lo devoraron. En la lejanía Hércules observaba lo acontecido y retornando  al camino, desconsolado, prudente, humilde y desanimado. Debía empezar lo que por él mismo tenia que haber terminado.

Retomando la tarea, solo, persigue a las yeguas, atrapándolas y llevándolas él mismo a través del portal. Las personas que vivían en esas tierras salieron a dar las gracias a Hércules, por haberlas liberado del miedo.

INTERPRETACIÓN DEL MITO Y TIPOLOGIA IMPATIENS.

Tenemos que tener en cuenta que cada signo o tipología somete al hombre que está trabajando en él, conociéndose a si mismo, a la influencia de diversas fuerzas, cada una tiene unas tendencias, un positivo (virtud)  y un negativo (limitación), de esta manera podemos encontrar tanto la tarea a realizar como la solución (Lección), así completando la prueba podremos ampliar nuestras experiencias y acercarnos al Sí Mismo, wild oat, experimentando a través de la tipología un fractal de la totalidad que ya somos, aunque todavía no seamos del todo conciente.

En los libros de simbología, astrología… se dice que el caballo representa la actividad intelectual, y el caballo blanco la mente iluminada del hombre espiritual. En este caso Hércules tiene que capturar a las yeguas y los caballos engendrados, que en algunos textos son denominados de la guerra, haciendo honores a la predisposición a la lucha de Aries o Impatiens, y el fuego del iniciador de una tarea, capturando y reuniendo, estos pensamientos o caballos. A través de una meditación conciente de nuestros actos, impedimos que los pensamientos superficiales y descontrolados nos asalten constantemente. Estos caballos están atemorizando y alimentándose de las personas que viven en esas tierras, siendo en la tierra donde se da la limitación, el miedo, separado de la Unidad,…y que se alimente de los humanos pone de manifiesto la relaciones sociales de las que se alimentan los  pensamientos de la mente inferior, ya que se refiere a ellos como “feroces yeguas y caballos salvajes”.

Este primer trabajo empieza con el pensamiento, a través de Impatiens ganar control mental, ya que debe comenzar con la creación de una nueva mentalidad, enfocada, compresiva e inofensiva.  En el mito los pensamientos representan ideas equivocadas, criticas, juicios hacia los demás, de hay que esos pensamientos estén devastando la comarca, por el daño que causa en los demás, recordemos que Impatiens tiene que desarrollar la piedad, por el dolor que infringe a los otros, al no aceptar el ritmo de los demás, por su tendencia desafiante, necesidad de ganar, conquistar el tiempo-espacio, no tener en cuenta al otro… en definitiva vencer o conquistar siempre.

El primer portal se abrió y Hércules, pasa entre los pilares, en Cábala, los pilares son la justicia y la misericordia, justa medida del equilibrio, en virtud de la Unidad. Él los atraviesa corriendo, arrogante, confiado y seguro de su poder, limitación Impatiens de la personalidad, representada en el mito por “Abderis” (quien es su amigo, al que ama profundamente y  seguía siempre a Hércules en sus pasos de un lugar a otro), la personalidad no puede con la fuerza de esos pensamientos y las yeguas terminan dándole muerte, haciendo comprender a Hércules (Alma),  que solo él puede realizar la prueba, de forma más prudente, humilde ( virtud)… hacer conciente lo inconciente.

Una vez las yeguas han matado a su compañero, Hércules tiene que comenzar de nuevo y lo hace apesadumbrado, desanimado, pareciera una pérdida de Fe, como le ocurre a Impatiens, cuando se desvía de su tipología y entra en un estado Gorse.

Se sabe que cada una de las tipologías, signo del horóscopo… tiene una función intuir, pensar sentir, sensación, son formas de interpretar el mundo que cada uno tiene, las yeguas y caballos, son las 4 funciones o temperamentos, que el aspirante tiene que trabajarse.

En el mito también vemos como una vez finalizada la prueba, la gente de esas tierras sale a dar las gracias a Hércules, por liberarlas del temor, simbólicamente, es una ampliación del conocimiento, haciendo conciente, el inconciente personal y colectivo, de forma individual pero tiene su eco en el colectivo. Bach decía:

La enfermedad es un enemigo común y todo avance que cada uno de nosotros aporte para vencerla no sólo nos ayuda a nosotros mismo si no a toda la humanidad”, ¿Se parece esto en algo?

                                                                                                                                                                                                                             Ernesto Postigo.

Profesor de la Escuela ATFE.



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