Limitación.
Todo da igual. Lo mismo blanco que negro, placer o dolor. No participa, no vibra, aunque seguirá haciendo las tareas como un autómata. La apatía se cierne sobre la personalidad apagando la luz que posibilitaba sentir alegría. La desconexión consigo mismo es tal, que ya no puede reconocer sus verdaderos deseos.
Intención positiva de la limitación.
Si no puede ser “el mejor” no quiere nada. Ya todo da igual y la apatía justifica la imposibilidad de obtener el “primer puesto”. Ser segundo no es ganar, ya todo da igual. El síndrome de la medalla de plata.
Ámbito de exploración.
Diferenciar la sensación que denominamos “Alegría” de felicidad, satisfacción, entusiasmo, placer, etc. La Alegría es una de las cualidades esenciales del Alma, es “per se” y no necesita de objeto ex- terno para saborearla. Fruto de la conexión con la verdadera naturaleza interior que nos conecta con la verdadera Naturaleza.