Su sensibilidad sumada a la receptividad y la dulzura hacen de ella una buena “madre” en cualquier ámbito, no solo en la maternidad propiamente dicha.
Tendencia a huir de la realidad, dispersión, fantasía, ensueño y poco contacto con el presente. Proyección al futuro e ignorancia del presente. Recreación mental incesante que dificulta la atención y concentración en la realidad física. Falta de atención y dificultad para centrarla en un tema en concreto. Creación de personajes e historias “dulces” que mitigan la ausencia de experiencia real en el presente, a la espera de mejores tiempos cuando todo sea según se desea y se imagina en la mente. Exceso de sueño, y desinterés por la vida. Su refugio es su mundo idílico al que vuelve cuando la vida no le sugiere nada mejor.
Mantener intacta su idea “idílica”, alimentarla y asegurarse de que seguirá, para poder ser vivida en el momento que coincida con la realidad. Proteger de los contenidos físicos inadecuados a lo “ideal” para preservarlo de cualquier agresión que lo pueda desvanecer. Prefiere vivir en su mente lo ideal, antes de perder la esperanza y admitir que es imposible realizar esa vivencia. La experiencia podría desvanecer su ideal.
La Creación, la inspiración, el alumbramiento. Descubrimiento y acceso al espacio donde se fragua el comienzo de todas las cosas. Destreza para “navegar” por el espacio psicológico que permite la emergencia de ideas, ya sea en un ámbito personal o colectivo para fraguarlas como obras tras la adaptación necesaria para el universo físico.
De la limitación a la virtud, una mirada divertida para entender a Clematis. En este vídeo puedes ver la mirada particular de sí misma y del mundo que tiene la tipología de personalidad….. con un poco de humor.
“Son indiferentes y no tienen suficiente interés en la vida. Son apáticos y no hacen un verdadero esfuerzo por reponerse de la enfermedad o concentrarse en su trabajo cotidiano. A menudo duermen mucho y sus ojos tienen la mirada perdida”.
